El baño turco es un elemento de relajación y belleza que todos queremos tener en casa. Ahora ya es más sencillo y económico de lo que imaginas. Los beneficios del baño turco, no solo a nivel mental, sino emocional y físico. Por ello, quereos contarte más sobre el origen de este y por qué deberías tener uno en casa. Se trata de un baño de vapor que aporta relax y bienestar.

El origen del baño turco se remonta a la era romana. Los romanos lo usaban como punto de encuentro para reuniones sociales, tanto en pueblos como en grandes ciudades. Obviamente, su diseño difería mucho del que conocemos hoy día, y en la ciudad italiana se les conocía como ‘termas romanas’. Estaban en el exterior y se mezclaban tanto mujeres como hombres. Aunque su principal objetivo al principio era el de la relajación, con el paso del tiempo fue tomando connotaciones sexuales, tal vez el motivo por el que muchos lo fueron exportando a sus países de origen. Ya Iasabel La Católica en España ordenó el cierre de todos aquellos recintos similares a los baños turcos, con el fin de anteponer la moralidad que la Iglesia quería enseñar a sus súbditos.

Por ejemplo, en menos de un siglo se construyeron en Gran Bretaña más de 600 baños turcos, mientras que existen cifras similares especialmente en otros países de Europa. No hay duda de que el baño turco sigue siendo una práctica extendida como elemento de relajación y bienestar.

Beneficios del baño turco

Gracias a esta existencia del baño turco en todo el mundo, hoy día ya es posible que tengas uno en casa y te beneficies de todo lo que aporta. ¿Te gustaría conocer algunas de sus ventajas? Aunque en ocasiones las hemos mencionado, nunca está de más hacer un recordatorio.

¿Dónde se originó el baño turco?
  • Mejora las vías respiratorias. Los baños de vapor abren las fosas nasales y mejoran la entrada de aire hacia las vías.
  • Facilita el cambio de oxígeno entre los pulmones y los bronquios, mejorando la respiración.
  • Relaja el sistema nervioso por su capacidad de hacernos sentir en paz y tranquilos. Este punto es perfecto para las personas que sufren de estrés y ansiedad o que trabajan bajo mucha presión.
  • Los poros se abren y se hace una limpieza profunda en la piel, eliminando los puntos negros y evitando el acné.
  • Elimina toxinas y células muertas, ya que el vapor estimula la reducción de estas.
  • Ayuda en resfriados, bronquitis y sinusitis.
  • Retrasa el envejecimiento por su capacidad de oxigenar y revitalizar la piel y los tejidos.
  • Alivia dolores de artritis.
  • Facilita el flujo vaginal.
  • Limpia los genitales y evita infecciones en estos.

Tener un baño turco en casa es más sencillo y económico de lo que imaginas, solo necesitas un pequeño espacio en la terraza, el baño u otra estancia que tengas. Habla con nosotros y te haremos un presupuesto personalizado.